"Esta historia que les voy a escribir,con un estilo un poco Shakespeare,trata de un fanfic de La Oreja de Van Gogh y Amaia Montero...Y si,estaba aburrida XD"
Primer Acto
(del capitulo)
La playa de La Concha
Xabi,Pablo y Álvaro
Xabi.- ¿Que le sucedera a la doncella?,¿alguién sabe la razón por la cuál no ha venido esta mañana?
Pablo.- Xabi,buen amigo,llevas tanto tiempo preguntando sobre la doncella,que cualquiera creería que se encuentra enamorado de ella.
Álvaro.- Si ese fuera el caso,no se le podría culpar. La doncella no es ninguna fealdad,y sus ojos,tan azules como el mar,debo confesar,me han hipnotizado unas cuantas veces...
Xabi.- No,amigos. No es amor lo que me hace preguntar. Es solo que la señorita Martinez suele siempre animar la mañana con algún canto,y no ha salido esta mañana. Su voz suele subirme el ánimo,es todo.
Pablo.- (Pensando.) Me entero yo que la doncella canta. (A Xabi.) ¿Y que es lo que os pone tan triste?
Xabi.- Ese,querido amigo y oyente,es algo que me vengo preguntando. No sé por qué estoy tan triste. A vosotros y a mí usualmente no nos fatiga este sentimiento,no sé cuándo ni donde la adquirí,ni de qué origen mana. Mi tristeza es algo qué simplemente esta presente,no más. Tal vez no es tristeza como tal. Es como la sensación de que algo malo va suceder.
Álvaro.- ¡Vaya pesimismo el de vos!. Por suerte he nacido inmune a la tristeza. Soy como un bufón que prefiere el vino a las lágrimas. No sé lo que valla a pasar el día de hoy,pero nada malo puede ser.
Xabi.- (Pensando.) Eso ya quisiera yo...
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Segundo Acto
París. Cerca de la Torre Eifel
El Principe Martín y Carlos
Principe Martín.- Es bueno tenerte de vuelta,Carlos. ¿Que noticias tienes de España?
Carlos.- Antes que nada,debo preguntarle a su Señoria si recuerda a la reina Pilar II del País Vasco,y a sus hijas.
Principe Martín.- Algo he escuchado. Supe que esa reina se termino casando con un campesino. ¡Vaya una locura!
Carlos.- Pero también es cierto que ese campesino lleva tiempo muerto,y que con él dio concibio a dos hijas solteras que superan en belleza incluso a las estrellas.
Principe Martín.- También he escuchado de ellas,pero jamás me había interesado comprobarlo por mi mismo. ¿Que me cuentas de la mayor de ellas,Idoia?
Carlos.- Su Señoria,de ella no puedo contarle mucho ya que no pude conocerla. Pero cuentan que es hermosa,dulce y frágil,así como tranquila,discreta y precavida. Pero también cuentan las malas lenguas que es holgazana e ingenua.
Principe Martín.- Ya veo,ya veo... ¿Y la más jovén,Amaia?
Carlos.- Esperaba que preguntara por ella,su Señoria. De ella puedo hablarle de todo detalle y sin temor a equivocarme,porque tuve el enorme placer y orgullo de que me la presentarán en el baile de otoño. Le tengo que contar que Amaia tiene el porte y la elegancia de una diosa,la voz de un ángel,siempre esta sonriente y es muy inteligente. Pero como nadie se salva de los defectos,ella también tiene uno.
Principe Martín.- Y,¿se puede saber cuál es?
Carlos.- Un defecto que supongo comparte con más mujeres bellas del mundo: Es más terca que una mula. Dudo mucho,su Señoria,que encuentre una princesa más necia en Europa. Será la sangre campesina,creo yo.
Principe Martín.- Un consejo,vasallo: Las mujeres necias,igual que los caballos,se pueden domar si uno sabe como,y todo jinete sabe que no hay mayor gozo que amaestrar un caballo salvaje por su propia mano. Has terminado de llamar mi atención. Creo que me gustaria conocer a Amaia y a su hermana y ver cuál de las dos merece mi mano. (Pensando.) Y si tomada la decisión el derecho se me fuese negado,la tomaré a la fuerza.
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Tercer Acto
Irún. Castillo de la Reina.
La Reina Pilar II,Amaia,Idoia y una criada
Reina.- Ya verás,Idoia. Creo que no hay mejor forma de ver si un hombre es digno de una de ustedes. Sal,Amaia. Por cierto que ayer encontre a un magnifico herrador para las caballerizas. Sal,hija. Creo recordar que se llamaba Gonzalo,y erá de Madrid. Amaia,ven,¿cómo te lo he de decir?
Idoia.- Sal,hermanita. (A su madre.) Me parece muy bien que por fin encontremos un herrero decente. ¿Que es lo que nos quereis decir sobre el plan que tienes?
Reina.- Primero debe estar presente aquí Amaia,aunque por lo visto se encuentra dormida. (Sale Amaia.)
Amaia.- (Bostezando.) ¿Que sucede?
Idoia.- Nuestra madre nos va a comunicar algo.
Reina.- Antes que nada,quiero que me cuenten,¿no las empalagan todos esos príncipes que aspiran a casarse con ustedes?
Amaia.- Vete nombrándolos,los juzgaremos. Por nuestra descripción podrás conocer el cariño que les tenemos.
Reina.- En primer lugar,Amaia,el príncipe de Nápoles.
Amaia.- No hace más que hablar de su caballo,de su castillo...Me tiene harta. Si tengo que volver a escuchar una palabra sobre su purasangre o su mansión,me suicidare.
Reina.- Ya,no tienes que ponerte tan drámatica. ¿Que me dices,Idoia,del conde de Madrid?
Idoia.- Madre,si soy franca,me tiene asustada. No hace más que fruncir el ceño,como quien dice: "Si no me quieres,busca a otro mejor". No hay chiste que le haga sonreir y cuando habla,grita.
Reina.- Amaia,¿y qué dirías a el caballero Le Bon?
Amaia.- Nunca hablo con él,porque no nos entendemos. No habla español,ni francés ni italiano. Yo,puedo jurar que no sé una palabra de latín.
Reina.- ¿Y que pensáis las dos del lord escocés?
Idoia.- Será hombre,pero sólo por ser criatura de Dios. Malo es burlarse del prójimo,pero de éste...
Amaia.- Casarse con él sería casarse con veinte maridos.
Reina.- Ya veo. A mi tampoco me agrada. Pero,hijas,la noticia que les traigo les quitara de encima la tarea de elegir por ustedes mismas.
Amaia.- ¿Como así?
Criada.- (Con un manuscrito en las manos y haciendo una reverencia.) Tiene que ver con el testamento de su padre,que en paz descanse.
Idoia.- ¿Testamento?. ¿Nuestro padre dejó testamento?
Reina.- Será mejor que ambas se sienten,ya que los que voy a comunicarles puede darles tanto agradecimiento y felicidad,como odio y enojo...
Continuará...
